domingo, julio 30, 2006

Encuentro

3 Comments:

Blogger Julia Ardón said...

Bienvenido a la comunidad bloguera. Qué importante que compartás por aquí con más gente.
Felicidades y adelante.

2:25 p.m.  
Blogger Warren/Literófilo said...

Cantautores

El cantautor viene y te canta. Por alguna razón que se nos escapa, el estar arriba de un escenario parece darle autoridad para enseñarnos a vivir. Y entonces ejecuta su música y con ella nos da lecciones de vida, de moral y sanas costumbres.
Larralde nos enseña a ser hombres respetables mientras desgrana la música de su guitarra, instrumento que, en sus manos, no depara sorpresa alguna luego de oírlo en dos canciones seguidas.
Sabina, en cambio, nos enseña a ser cancheros y conquistar mujeres. Tan importantes y necesarias son sus lecciones que incluso pueden apoyarse en una canción técnicamente “defectuosa” pues carece de estribillo, mutilación ésta que el bate festeja jocosamente en la misma canción.
El cantautor se vanagloria del aplauso fácil y la exageración. Hay que ser muy fuerte de temperamento para soportar excépticamente la gritería descarriada que te dice “genio” por ejemplo. De allí que algunos cantautores emprendan una cruzada de iluminación en zonas donde no conviene pontificar. Te enseña a buen coger, buen vivir y buen sufrir, qué tanto, que nadie sufre lo que él.
Siempre se menciona con sorna la candidez de la gente del pueblo, eso que por definición uno nunca es. La gente, se dice, confunde a los actores con sus personajes, vaya gracia, y le endilga maldad al pobre personificador del villano de la telenovela y un desvastador atractivo sexual a la modelo anoréxica que interpreta la vampiresa de la película. En serio, hay gente que cree que Uma Thurman es una maestra de las artes marciales que se anda cagando a palos por las calles de Los Angeles.
Pero nadie se ríe de la gente que confunde al cantautor con lo que canta. Para mucha gente, Spinetta es un espíritu romántico y barroco; Ricardo Mollo, un okupa y Mercedes Sosa una trabajadora social. Mollo no anda robando en los trenes, en serio.
Ya es demasiado malo que la gente confunda las cosas y crea que el personaje es el cantautor, para que encima lo crea el mismo artista. Está bien, hermano, calmate.
Contaba Lapo, compositor de música progresiva, que en los días tempranos del rock progresivo argentino, la voz se usaba como instrumento. No importaba lo que se dijera... lo importante era que sonara.
¿Pero entonces, los cantautores no tienen nada importante que decir?
No.
Al igual que le sucede al resto de la humanidad, nada que escriba Serrat, por ejemplo, es importante. De lo contrario, Serrat sería Nietsche, o Marx.
Bien, pero no deberían cantar igual, dar testimonio, o simplemente fantasear?
Claro que sí!
Pero si el vecino verdulero de mi cuadra compone un tango, en serio, compone lindos tangos, no saldrá de mi boca la palabra “genio” ni creeré que de la noche a la mañana se convirtió en un guapo cuchillero del mercado central.
Resumiendo: No le pidamos a Tom Hanks que nos hable de la segunda guerra mundial.
No le pidamos a los cantautores lecciones de vida. Yo, al menos, lo único que quiero es música.

11:53 a.m.  
Blogger Francisco Murillo said...

Excelente desempeño diría mi amigo Iván Pitti. Además, las canciones son solo canciones. No hay que confundirse con el tema. Por más vueltas que le des al asunto llegarás al mismo lugar: textos musicalizados con un principio y un fin y se acabó.

1:00 p.m.  

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